
María estaba muy ilusionada con el post boda en la playa. Manuel disfrutó de verla tan feliz y radiante. María, que tenía reticencias a bucear, venció sus prejuicios y se lanzó como una sirena para las fotografías acuáticas. Pasamos un gran día de viaje, charlas y confidencias muy agradable. Os agradecemos lo fácil que ha sido trabajar con vosotros, nos hemos sentido como en casa. Para ira abriendo boca os dejamos algunas fotografías de la sesión. Un abrazo chicos. ;-)










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